Algo así me siento todos los días...

domingo, 18 de marzo de 2007

El por qué del corazón de hielo

La verdad que estos últimos días he estado un poco raro... han pasado por mi mente tantas cosas que ya no sé qué es lo que debo pensar y/o hacer... todo se ha vuelto muy confuso últimamente. El punto de todo esto es que me he dado cuenta de muchas cosas, como el hecho de que las personas no siempre valen la pena como uno lo cree en un inicio, y reivindiqué mi teoría de que nunca se debe confiar en un actor (y lo dice uno mismo). La verdad es que me he encontrado en un mood tan extraño que ni yo mismo puedo entenderme realmente... soy más extraño de lo que creo. Pero quizá no tan extraño, porque algunas de mis actitudes están justificadas y tienen una razón válida de ser. Obviamente, los causantes de esas actitudes lo negarán todo y no querrán ver las razones que yo doy, anyway, no es algo que importe realmente. Digo, nunca ha sido realmente importante el hecho de lo que piense o sienta, ya que lo he tenido que relegar siempre a segundos, tercero y hasta cuartos planos (y más allá) por cuestiones varias, las cuales siempre incluyen a alguien más. Si es verdad que el hombre es egoísta por naturaleza, ¿por qué carajos yo no lo soy y siempre pongo a los demás por encima de mí? Quizá soy anti-natural a tu forma de ver las cosas... pero así soy, y así me gusta ser, y me gusta vivir de esa manera y comportarme así, aún cuando tú te sientas incómodo con ello. Creo que todo lo que he vivido, sin embargo, ha endurecido parte de mi corazón, especialmente aquella parte que se encarga de todos ustedes... o al menos de la mayoría. Creo que la frialdad de la que siempre trato de huir, pero que a la vez busco, finalmente se está apoderando de mí, quiera o no quiera. Finalmente es hora de que el verdadero Témpano de Hielo vaya surgiendo y ponga en su lugar a quienes lo necesitan. Es raro, como a veces hay detalles tan pequeños y sutiles que pueden desenadenar toda una serie de eventos casi apocalipticos... es el juego del deseo y lo sutil, esa broma del destino que se juega de manera cruel de parte de unos hacia otros, estando yo en éstos últimos. Ya después de un ratode interrupción y de inspiración ligeramente perdida creo que sólo me queda terminar esto, ya que además mi mood volvió a ponerse sensible y no me siento en actitud de poder terminar esto de una manera decente y continuarlo como debe de ser... no mientras tenga esa carga que me ha dejado la existencia de ellos. Quizá algún día desaparezca, pero de momento, esa carga me ha helado el corazón.

martes, 6 de marzo de 2007

El secreto de las estrellas...

- ¿Sabes lo que dicen las estrellas? –dijo Káiser acercándose a Janvier y parándose a su lado.
- ¿Qué? –preguntó Janvier sin entender.
- ¿Sabes lo que dicen las estrellas? ¿Lo que nos cuentan con sus cantos, las historias que comparten con todos nosotros? -.
- Yo… no, la verdad no sé. Nunca había pensado en esa forma de las estrellas -.
- Es difícil poder oír su canto, descifrar su lenguaje, comprender la verdad infinita de sus historias. Las estrellas lo han visto todo, lo conocen todo y saben lo que pasará. Conocen el destino de cada persona y lo cuentan a quien esté dispuesto a oírlas -.
- ¿Nuestro destino? -.
- En sus voces se oyen las hazañas más heroicas, los nombres de antiguos héroes, hechos de valor y coraje que son dignos de ser recordados por siempre. Cuentan la nobleza de la gente de antaño, su caridad y pureza, la excelencia de alma que llegaron a tener. Cuentan historias infantiles, leyendas de los pueblos, fábulas morales para enseñarnos a ser mejores. Pero sobre todas las cosas, su tema favorito es el amor -.
- ¿El amor? -.
- El amor es lo que mueve al mundo, es su motor. Las estrellas se deleitan contando historias de amor. De la madre al hijo, del héroe por el pueblo, de amistades eternas, de una persona por la naturaleza, de Dios por toda la raza humana. Y especialmente el amor de dos amantes, el amor eterno entre ellos que nunca conocerá el final -.
- ¿Todo eso cuentan las estrellas? -.
- Si sabes oírlas y leer entre sus destellos, podrás entenderlo entonces -.
- ¿Y tú puedes saber lo que dicen? -.
- Por supuesto que puedo. Por ejemplo, ¿ves aquellas dos estrellas de allá? -. Káiser señalaba un par de estrellas, una con un tono azuloso y otra que parecía tener todos los colores en ella.
- ¿La medio azul y la otra de colores? -.
- Las mismas. Esas estrellas cuentan la historia de dos amantes fuera de lo común. Dos hombres que se entregaron el corazón mutuamente, pero luego sobrevino la tragedia. Lo sé porque su brillo se apagó, su canción se volvió triste y las estrellas se separaron -.
- ¿Todo eso lo puede saber sólo viendo las estrellas? -.
- Eso y más Janvier. En este momento cuentan el futuro de esos amantes, dicen lo que pasará entre ellos -.
- ¿Y qué pasará? -.
- Volverán a unirse, en algún momento estarán juntos de nuevo, pero no les aseguran felicidad -.
- ¿Pero por qué? ¿Por qué no podrán ser felices? -.
- Porque el destino de uno de ellos ya ha sido marcado y no hay vuelta atrás. Ese destino traerá desgracia sobre muchas personas, incluyendo su amante. Es una historia de amor triste y hermosa al mismo tiempo. Las favoritas de las estrellas -.
- ¿Y sabes quiénes son esos amantes? -.
- Sí, lo sé -.
- ¿Y quiénes son? -.
- No es algo que debas saber Janvier. Si quieres saberlo deberás aprender a escuchar a las estrellas -.