Algo así me siento todos los días...

jueves, 28 de diciembre de 2006

Lo que puede hacer el poder de la noche...

¿Y nunca han sentido esa extraña nostalgia en el corazón la cuál no saben de dónde viene? ¿Ese extraño sentimiento que te acosa de manera extraña y no te deja en paz, y se la pasa jode que jode todo el día? O bueno, quizá sólo sea por la noche como suele pasarme a mí... Sí, porque la noche es mágica, porque aunque no lo crean, tiene un algo especial que despierta en nosotros "cosas" que no despiertan en ningún otro momento del día. Las mejores ideas, los más raros sueños, los temores, las ilusiones, los sentimientos, la nostalgia, el deseo, el amor... parece que la noche tuviera un efecto poderoso en nosotros, con esos miles de puntitos luminosos que brillan en su oscuro manto y ese gran farol nocturno que lleva la marca de los lepóridos. Sí, la noche es mágica y especial, ¿no lo creen? Si no fuera por ella, estas letras que surgen poco a poco de mis dedos no serían posibles, ni tampoco sería posible ese cariño y nostalgia que en estos momentos me embarga... ¡Oh, si tan solo las cosas fueran diferentes! Si esta distancia no estuviera... pero no, no importa ya... cada segundo que pasa es un segundo menos para estar a tu lado... ese es el consuelo que puede tener un mortal como yo. ¿Quién iba a decirlo? Parece que las brujas todavía son reales, más de lo que creemos... y sus poderes parecen haber mejorado y cambiado a lo largo del tiempo... ¡Felicidades! Atrapar así un corazón no es tan fácil... quizá no tengas la guerra completamente ganada aún, pero sí estoy seguro de que mis ejércitos están diezmados ya y de que la mayoría de las batallas las he perdido... sólo un poco más y quizá puedas conquistar este Imperio que muchos han intentado tomar, pero que han perecido en el intento. Veremos que pasa... serán los Dioses los que decidan el final, los que con sus designios escojan el futuro de cada uno de nosotros... serán ellos al final quienes dicten mi sentencia final... seguir subsistiendo, luchando eternamente, o sucumbir ante tu poder y volverme fiel vasallo tuyo...

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