Y ahora siento que somos de la misma calaña.
¿Quién lo hubiera dicho?
Quizá con ojos certeros me hubiera dado cuenta antes.
A fin de cuentas, siempre fuimos tan iguales.
¿Tan iguales que somos incompatibles?
No lo sé...
A veces le extraño.
[Y ahora podría intentarlo una vez más...
Aunque muera en el intento]
No hay comentarios.:
Publicar un comentario