Algo así me siento todos los días...

viernes, 18 de enero de 2008

El mito del Salvador Guerrero

Que no puede ser,
que Luzbel y su Pecado
se unan en matrimonio
con la hermosa Nike.

Puede ser evitado;
profundizando,
parlamentando,
con la Estrella de la Mañana.

Porque el Viento de la Primavera
no puede ser tan fuerte
para alejar la delicada Flor
del cálido Sol.

Y la bella dama
de argento porte,
acompaña la Sinfonía
de mil Estrellas.

Sinfonía mística
que en el Templo de la Sangre,
en el Tesoro Rojo,
puede ser entendida.

Parado frente a casa,
la Casa Terrena de Neptuno,
donde sus Guardianes
vigilan a los mortales.

En la cima de la casa,
Hefestos trabaja,
haciendo una corona
para Estrella de la Mañana.

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