Prescíndete (Por Leks)

Prescíndete

Lo siento, pero ya no. Me perdiste, y tal vez no quiero decírtelo en persona (por eso no lo hago) porque sé que sufrirías y es difícil para mí ver a la gente sufrir. Te quise mucho, en verdad, y no te deseo nada malo. Los rencores los dejo lejos, pero no pienses que volveremos a ser amigos. Tú te encargaste de asesinar nuestra amistad.

Vete. Ve a Londres, Paris o a otro lado, aquí ya no tienes a nadie y lo sabes. Tus falsos amigos -como era obvio- te han abandonado, tus verdaderos amigos también, porque preferiste a los falsos que a nosotros. Has perdido la confianza, la fe de las personas. Y aquí no vas a volver a encontrar lo que alguna vez tuviste y tontamente perdiste.

No te deseo nada malo. Al contrario, te deseo lo mejor. Quisiera que cambiaras, que maduraras, que te dieras cuenta de las cosas y aprendieras de la multitud de errores que has tenido. Pero incluso si cambiaras, no volvería a ser tu amigo. Me has perdido para siempre.
Nadie en el mundo me ha hecho tanto daño como tú. Y yo fui el último que te abandonó. Pero todo tiene límites, y yo no soy la excepción.

Sé feliz, por favor, sé feliz. Aún puedes, nunca es tarde para cambiar. Vete lejos, vete a otro lugar donde puedas comenzar de cero, donde puedas hacer nuevos amigos, olvidarte del pasado, conseguir amor y compañía y no cometer los errores que te llevaron a perder todas las cosas maravillosas que tenías y a las personas que aquí te querían.

No me busques, porque no volveré a tu lado. No intentes aprovecharte de nuevo de mi bondad, porque no podrás. No vuelvas a pedirme ni un centavo, ni una llamada, ni un minuto. No vuelvas a acudir a mí cuando tengas un problema. No te odio, pero no te quiero y no te querré nunca. Tú perdiste mi confianza, y yo te di muchas oportunidades de recuperarla, pero no quisiste tomarlas.

Vete.


*(Esta carta es autoría de un amigo mío, y en estos momentos siento que me describe un poco... o mucho. ¿Saben? La verdad, he estado en situaciones realmente difíciles, y esas son las que me han hecho quien soy. Diana, al Fer que conociste fue al Fer creado por el tiempo y las personas, y creo que ese Fer ha regresado y quizá peor que antes. A fin de cuentas, hay muchos factores en mi vida que me tienden a generarme esta personalidad y forma de ser. No, no soy mamón, sólo soy el producto de ustedes y de la vida... soy... soy nuevamente yo!!!)